El cerebro es el órgano central del sistema nervioso y, por lo tanto, la persona responsable de las funciones cognitivas, emocionales, motores y sensoriales. Debido a su importancia, debe ser cuidadoso y protegido a lo largo de la vida, ya que su funcionamiento adecuado es clave para procesos esenciales como el aprendizaje, la memoria, la toma de decisiones, la adaptación al medio ambiente y, en general, para el bien y la calidad de vida.
Cuidar el cerebro significa, además, preservar la salud neurológica, ya que cualquier alteración en su funcionamiento puede afectar directamente a otros órganos y sistemas corporales, dijo Mariana Gaviria Carrillo, neuróloga y profesora de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario.
Las enfermedades neurológicas de hoy representan una de las principales amenazas para la salud global. En 2021, fueron responsables de la pérdida de 443 millones de años de vida sana debido a enfermedad, discapacidad o muerte prematura, lo que los convirtió en la primera causa de enfermedad global de enfermedades, superando incluso las enfermedades cardiovasculares, de acuerdo con el estudio de carga mundial, regional y de carga nacional de los trastornos de los trastornos de los trastornos del sistema nervioso, 1990-2021.
Ese mismo año, alrededor de 3,400 millones de personas, es decir, el 43 % de la población mundial, vivió con cierta condición neurológica, indica este análisis
Según los datos recopilados, los 10 contribuyentes principales a la pérdida de salud neurológica en 2021 fueron: el accidente cerebrovascular, la encefalopatía neonatal, la migraña, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, la neuropatía diabética, la meningitis, la epilepsia, las complicaciones neurológicas de nacimiento prematuro, el desorden del espectro autista altamente estirado.
Foto: Mariana Gaviria Carrillo, neuróloga y profesora de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Rosario.
Los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) por accidente cerebrovascular representaban la mayor carga atribuible en todo el mundo, explicó el neurólogo Gaviria.
«Muchas de estas enfermedades neurológicas no tienen cura y acceso a la atención médica es limitado, por lo que es muy importante comprender los factores de riesgo modificables y la carga potencialmente evitable de estas condiciones neurológicas», dijo el profesor de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Rosario.
«Por ejemplo, controlar la presión arterial alta podría evitar hasta el 84 % de los casos de trombosis cerebral, y mantener niveles adecuados de glucemia podría reducir la demencia en un 15 %. Además, la exposición al plomo se asocia con el 63 % de los casos de discapacidad intelectual idiopática», dijo la académica.
«Otras medidas clave incluyen reducir el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la exposición a la contaminación del aire, especialmente en el hogar», dijo el experto.
En World Brain Day, que se conmemora el 22 de julio, es esencial crear conciencia sobre la importancia del cuidado de la salud neurológica, lo que implica no solo proteger el cerebro, sino también garantizar el bien integral del cuerpo. Adoptar hábitos de estilo de vida saludables es clave para preservar su funcionamiento adecuado y prevenir enfermedades que afecten la calidad de vida.
 
								 
															





