El Gobernador de Antioquia ha emitido fuertes críticas en relación con una situación que ha generado gran preocupación en la región. Esta crítica se centra en la figura de ‘Calarcá’, un alias que ha resonado en los círculos de seguridad tras la reciente actividad de un grupo armado conocido por sus acciones violentas. A través de su cuenta en la plataforma X, Andrés J. Rendón resaltó que este alias fue capturado el año pasado en Antioquia. Este evento se remonta a un domingo, cuando ocurrió un ataque en la región de Guavare, donde al menos nueve personas perdieron la vida y cinco soldados fueron secuestrados. Rendón también hizo referencia a cómo este ataque fue rastreado adecuadamente. Recordó que el capturado bajo el alias Calarcá tenía en su posesión una considerable cantidad de armas y municiones, así como vehículos que estaban asignados a la Unidad de Protección Nacional (UNP).
En un contexto más amplio, el Gobernador de Antioquia, al hacer referencia a la situación, condenó lo que considera una irresponsabilidad por parte del gobierno. En el marco de lo que se ha denominado la «paz general», el gobierno ha solicitado la liberación de delincuentes a pesar de las contundentes evidencias en su contra. «¡Lo notamos! Sin embargo, para quienes son contemporáneos a estos delincuentes, el gobierno de @Perogustovo ha tomado la decisión de aplicar medidas para que sean liberados, a pesar de la gravedad de los cargos que enfrentan», afirmó el gobernador, quien se ha mostrado muy crítico respecto a estas decisiones.
La violencia en la región está adquiriendo un nuevo matiz, ya que el ataque en Guavare no es un evento aislado, sino parte de una serie de delitos que han afectado a miembros de la institución pública en las últimas semanas. Las autoridades han declarado que existe un nuevo «calendario de armas», que parece estar impulsado por diversos grupos armados ilegales que operan con total impunidad en varias áreas de Antioquia. La situación actual no solo pone en peligro a los funcionarios públicos, sino que también genera un clima de miedo y desconfianza entre los ciudadanos que residen en estas zonas afectadas.
Este tipo de ataques y la respuesta inadecuada del gobierno acentúan la preocupación ante la presencia de grupos armados en la región. Los habitantes de Antioquia han pedido protección y medidas más efectivas que garanticen su seguridad y bienestar. La necesidad de una acción contundente por parte del Estado es apremiante, ya que los ciudadanos exigen que se tomen decisiones que realmente impacten en la seguridad y se persiga a aquellos que actúan al margen de la ley. La situación en Antioquia es instancia de reflexión acerca de las políticas de seguridad y cómo se está enfrentando la criminalidad en el país.
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