El Centro de Texas vive una de sus peores tragedias naturales después del repentino desbordamiento del río Guadalupe, que barrió casas y un campamento de verano cristiano para niñas, conocido como Camp Mystic. La inundación, causada por lluvias torrenciales que cayeron en unas pocas horas, ha dejado un equilibrio trágico de al menos 24 muertos, incluidos nueve niños, y unas 20 niñas desaparecidas, como lo confirman las autoridades locales y federales.
El incidente ocurrió en las primeras horas del viernes cuando el río Guadalupe aumentó abruptamente, aumentando su nivel hasta nueve metros en menos de una hora, sorprendiendo a los residentes y campistas.
La fuerza del agua barrió los vehículos, las casas y las estructuras del campamento, dejando muchas docenas que ya estaban atrapadas.
El sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, informó que la mayoría de las víctimas fatales fueron registradas en esta área, y que la búsqueda de niñas desaparecidas continúa con la ayuda de helicópteros, drones y equipos de rescate.
Camp Mystic, ubicado en Hunt, Texas, es un campamento cristiano para niñas que fue Incommunicado después de las inundaciones, sin electricidad, agua potable o acceso a la carretera. Mientras tanto, otros campamentos cercanos como Camp Waldemar y el campamento, la Junta confirmó que sus asistentes y personales son seguros, aunque la incertidumbre persiste en toda la región afectada.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, junto con el vicegobernador Dan Patrick, declaró un estado de emergencia y los esfuerzos de rescate coordinados que ya han evacuado a más de 237 personas, muchas de ellas por aire. El presidente Donald Trump describió la tragedia como «terrible» y prometió un apoyo federal para enfrentar la emergencia.
El fenómeno meteorológico que causó esta catástrofe fue una tormenta intensa que dejó una lluvia de hasta 17 centímetros en unas pocas horas, saturando el suelo y causando el rápido desbordamiento del río. La alerta de inundación se emitió unas horas antes del desastre, pero la velocidad y la magnitud del aumento de agua dificultó la evacuación oportuna.
Mientras tanto, la comunidad local y las organizaciones beneficiosas han comenzado a ayudar las campañas para apoyar a las familias y autoridades afectadas que trabajan en búsqueda y rescate. La tragedia ha conmocionado a Texas y a todos los Estados Unidos, que siguen de cerca el trabajo para encontrar niñas desaparecidas y brindar asistencia a las víctimas.
Este desastre se suma a una serie de eventos climáticos extremos que han afectado recientemente a los Estados Unidos, como las inundaciones en Kentucky que dejaron ocho muertos y miles sin electricidad a principios de año, y tormentas severas que afectaron a otras regiones del país. La frecuencia y la intensidad de estos fenómenos alertan a las autoridades sobre la necesidad de mejorar la prevención y la respuesta a las emergencias climáticas.
En resumen, la inundación en Texas es una tragedia que ha cobrado la vida de docenas de personas y mantiene una comunidad que espera respuestas y ayuda urgente para las niñas desaparecidas en el campamento místico. El trabajo de rescate continúa mientras el río Guadalupe comienza a reducir su nivel, pero la devastación y el impacto humano serán recordados como uno de los peores desastres naturales en la historia reciente de Texas.
